En algún momento, todos han pensado en cómo sería vivir un día extremo, un día que despierte todos los sentidos, en el que sea posible vivir experiencias diferentes y sentir adrenalina a todo dar, aunque de miedo o simplemente porque se es intrépido y arriesgado.
Carlos Bernal es un hombre de 54 años, que pasó de pensarlo a hacerlo realidad; entre semana es publicista y los fines de semana dedica su tiempo a ser instructor coach de paracaidismo y paracaidismo tándem, quien disfruta de ayudar a las personas a cumplir su sueño de surcar los cielos, saltando de un avión, pues muchos están allí por primera vez y para él, ver su emoción momento a momento, es una experiencia inigualable.
A pesar de esto, las cosas para este paracaidista extremo no son del todo sencillas, pues los estándares médicos y de habilidad requeridos para poder realizar su labor, son elevados y muy estrictos, ya que deben corroborar con cierta periodicidad que se encuentran totalmente aptos para sus saltos. Todo este protocolo se aplica con el fin de brindar alta seguridad a los paracaidistas y a quienes saltan con ellos, por tal motivo, él se esmera mucho para poder cumplir los altos estándares y de tal manera, continuar con su pasión en el aire.
Debido a que su visión no solía ser la de antes, se encontró en una encrucijada, que lo llevó a pensar en la reducción de su agudeza visual y en los riesgos que podría correr si saltaba con la vista en condiciones que no eran del todo óptimas y no solo él, sino también, las tan importantes personas con las que salta cada fin de semana; todo esto lo impulsó a tomar la decisión de incorporar unos lentes progresivos Avanti pro con tecnología fotosensible Trinity a su indumentaria de paracaidista, con el único fin de estar seguro de que podrá seguir brindando una experiencia increíble a las personas con las que él hace el salto, pues con estos lentes, la luz no afecta su visión porque se adaptan a los diferentes tipos de iluminación y por ser progresivos, puede ver con un mismo lente a todas las distancias.
Carlos realizó su primer salto con estos lentes el 7 de noviembre del 2020 y la gran mejoría a su visión fue notoria desde el primer instante, inclusive antes de hacer el salto del avión, ya había notado todas las ventajas de sus nuevas gafas. Durante el descenso todo siguió siendo genial, su vista renovada despejó todas las dudas y le regresó la seguridad que necesitaba para ser el paracaidista extremo de siempre. Ahora que consiguió tener una mejor visión, de nuevo está altamente calificado y le quedan muchos años más al aire, en Xielo.
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